La calidad de cáscara es uno de los principales parámetros a considerar en el manejo de ponedoras. Tiene un efecto directo sobre la longevidad de las aves y el resultado económico. Un manejo apropiado combinado con el potencial genético del ave permite a los lotes NOVOGEN asegurar una excelente calidad de huevo hasta el final del ciclo de producción.
Salvo incidentes importantes, como es el caso de una deficiencia en Vitamina D por ejemplo, la calidad de cáscara es fácilmente mantenida hasta la mitad de ciclo de producción. Entonces, la fatiga del lote se correlaciona con la edad del mismo e inevitablemente afecta la calidad de la cáscara. Sin embargo, es posible mitigar este efecto relacionado a la edad, proveyendo un buen manejo el cual debe ser implementado antes de medir su efecto! La prevención es siempre más costo efectiva que la cura!
Los pasos prácticos para mantener una Buena calidad de cáscara hasta el final de ciclo productivo son los siguientes:
Calidad de pollita (peso y uniformidad)
Se ha reconocido que la calidad de pollita sometida a estimulación de luz, por ejemplo, lograr un lote con peso en la curva de estándar y buena uniformidad es un factor determinante para alcanzar un
buen pico de producción, alta persistencia y también una buena calidad de cáscara! Este es el punto inicial a ser observado para optimizar el rendimiento de su lote. El período de crianza es por lo tanto el mejor tiempo para invertir en el futuro!
(Para más información, consulte nuestro artículo: Puntos escenciales para lograr una buena polla ponedora).
Tiempo para la estimulación luminosa
Una vez que las pollitas están listas porque han alcanzado el peso y uniformidad adecuado, es posible realizar la estimulación luminosa. No se debe estimular a las aves con un peso muy bajo porque esto reducirá el tamaño del huevo pero también afectará la calidad de cáscara al final del período de producción. La estimulación efectiva implica incrementar la duración del día por al menos 3 horas en un corto periodo de 3 semanas.
Alimentación en producción
Una ponedora joven movilizará fácilmente el calcio a partir de su médula ósea para formar la cáscara cada día, principalmente en la noche. Sin embargo, esto debe apoyarse al proveer un buen carbonato. En general, la distribución entre carbonato grueso y fino es aproximadamente 60/40 en ponedoras marrón y 50/50 en ponedoras blancas con un consumo de 4 gramos/ave/día como mínimo. El alimento
deber ser idealmente consumido en la tarde y justo antes de la noche para promover una buena calcificación nocturna.
Esquema: Desarrollo de la calcificación en un día
En caso de calor extremo y cuando es permitido por regulaciones locales, proveer luz a la media anoche junto con una distribución de alimento y acceso al agua pueden ser usadas para mantener los niveles de consumo. La calidad de cáscara de una ave con consumo deficiente de alimento se deteriorará más pronto conforme el ave envejece.
Es importante no esperar a que la calidad de la cáscara se deteriore para actuar porque es probable que ya sea demasiado tarde para algunas aves! Disminuir el Fósforo frecuentemente mejora la calidad de la cáscara porque compite por la absorción de calcio. Es posible empezar a disminuir gradualmente el fósforo a partir de las 40 semanas. Al mismo tiempo, añadir más calcio. Con la edad, el tamaño del huevo se incrementa naturalmente por lo que hay que crear más cáscara. De 4 gramos por ave /día, se puede incrementar a 4.5 gramos al final del ciclo de producción.
Adición de más calcio
El consumo de calcio de a 2 gramos/ave/día ya sea de manera manual o automática en la tarde mejorará la calidad de la cáscara en aves de mayor edad. Conchas de origen marino pueden proveer una Buena Fuente de calcio siempre y cuando se tenga un buen nivel sanitario de esta materia prima!
Aditivos
Aditivos suministrados al final del ciclo de producción orientados a mejorar la calidad de cáscara pueden compensar para deficiencias presentes en el lote. Esta solución es por lo general más costosa que invertir en los nutrientes “básicos” como el calcio, por tanto se debe aplicarla con un tiempo adecuado. Este es el último recurso para solucionar el problema.
Por lo tanto, un buen manejo del lote de ponedoras, así como su dieta, hace posible limitar los efectos del envejecimiento sobre el rendimiento de las aves. Invertir en los nutrientes “básicos” como el calcio, fósforo y dietas de recría pueden directamente mejorar la calidad de cáscara. Es también importante optimizar el consumo de alimento en relación con la cantidad ingerida y los tiempos de distribución. el manejo del lote y la nutrición deber trabajar juntas para permitir la expresión del potencial genético y por tanto alcanzar el mejor desempeño.