LAS ESTIRPES NOVOGEN HAN PROBADO SU CAPACIDAD DE ADAPTARSE Y DESEMPEÑARSE EN VARIOS MEDIOAMBIENTES ALREDEDOR DEL MUNDO. SIN EMBARGO, PARA PODER ALCANZAR SU ALTO POTENCIAL GENÉTICO, EL MANEJO Y LA NUTRICIÓN DE LA PARVADA DEBEN SER MINUCIOSAMENTE MONITOREADOS Y ADAPTADOS A LAS CONDICIONES DE LOS AMBIENTES LOCALES.
Un aspecto principal para lograr parvadas de ponedoras exitosas, es asegurar la calidad de pollita. Durante el período de crianza se debe prestar especial atención al crecimiento de la parvada y a la preparación para el inicio de la postura, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones:
- Bioseguridad
- Condiciones óptimas de crianza
- Pesaje de las aves con regularidad
- Manejo de la madurez sexual
BIOSEGURIDAD DE LA PARVADA
La bioseguridad es fundamental para lograr ponedoras que estén listas para producir bajo las mejores condiciones. Esto incluye la prevención de cualquier riesgo de contaminación o infección y el uso de un programa de vacunación adaptado a las condiciones locales. Esto facilita el manejo de la parvada y permite que la calidad de la ponedora sea optimizada.
CONDICIONES ÓPTIMAS DE CRIANZA
Las recomendaciones de la casa genética deben tomarse en consideración al momento de decidir en relación con las densidades y el manejo de las diferentes etapas de alimentación y programas de luz. Estas recomendaciones deben usarse como guías; puede ser necesario que sean adaptadas en función de las condiciones locales, peso corporal y uniformidad de la parvada.
Tabla: Recomendaciones NOVOGEN para densidades en función de sistemas de producción, clima y edad.
Con la finalidad de desarrollar el crecimiento de los animales y especialmente su apetito, se recomienda incluir un período diario donde los comederos estén vacíos, al medio día y a partir de las cuatro semanas de edad. Esta práctica estimula la rápida ingesta de alimento durante el período de crianza, el cual a su vez induce a una buena capacidad de consumo de alimento al inicio de la postura. El número de distribuciones de alimento deben ser el mínimo posible para poder prevenir que las aves seleccionen su alimento según el tamaño de partícula.
Gráfica de horario de alimentación.
PESAJE DE LAS AVES CON REGULARIDAD
Alrededor de las 7 a 8 semanadas de edad, las pollitas ya han desarrollado su estructura como futuras ponedoras, por tanto, las ganancias de peso tempranas son esenciales. De hecho, un peso insuficiente en las primeras semanas de vida afectará el desempeño productivo. Como se muestra en la siguiente figura la mayor parte de la estructura ósea, músculos y órganos se completan a las 8 semanas de edad. Si no se puede asegurar un crecimiento regular de las aves, existe un riesgo de una excesiva acumulación de grasa y desarrollo insuficiente de órganos y músculos. Se recomienda que, para favorecer una buena calidad de ponedora, hay que enfocarse en optimizar el peso corporal antes de las 7 – 8 semanas de edad.
Una práctica común es pesar a las pollas semanalmente para monitorear la evolución de su ganancia de peso y adaptar la nutrición y el manejo de la parvada en función de esto. La uniformidad de la parvada también debe de valorarse, con un objetivo superior al 80%. Una uniformidad elevada favorece a un elevado pico de producción y persistencia además de una buena uniformidad de tamaño de huevo.
Gráfico: Crecimiento y Desarrollo de la ponedora.
MANEJO DE LA MADUREZ SEXUAL
La madurez sexual en la producción es ampliamente influenciada por los cambios en la duración del día a los cuales las aves son expuestas. La implementación de un programa de luz adecuado ayudará a optimizar el desempeño de la ponedora comercial. La madurez sexual y el peso al que se alcanza la misma influencian sobre la producción de huevo, el tamaño de huevo y la viabilidad.
Es difícil recomendar un programa de luz optimo y universal, siempre debe adaptarse a su situación específica. El programa de luz durante la crianza puede dividirse en tres fases ilustradas a continuación:
- La primera fase del programa de luz tiene un efecto directo sobre el crecimiento de la pollita. Un programa decreciente lento permite un mayor tiempo de alimentación por día y por tanto favorece el crecimiento temprano.
- La duración de luz durante la meseta puede variar de acuerdo con diferentes parámetros:
- Nave obscura: meseta de 8 a 12 horas de luz. Puede adaptarse de acuerdo con el crecimiento de la pollita.
- Naves abiertas: la duración máxima del día depende de la duración de luz natural a las 16 semanas de edad del ave.
- En cualquier caso: ¡nunca incremente la duración del día antes de la estimulación sexual!
- El peso corporal es el principal indicador para determinar la edad para la estimulación con luz. Dependerá de los objetivos de producción y tamaño de huevo. En condiciones de clima cálido y naves abiertas, se recomienda esperar del 2 al 5% de producción antes de iniciar la estimulación.
- La introducción de una estimulación de luz muy temprana puede desencadenar en ponedoras inmaduras las cuales pondrán huevos más pequeños y serán más susceptibles a problemas de prolapso. Las ponedoras que empiezan a poner muy temprano tienden a agotar sus reservas durante la producción. Como consecuencia estas aves dejan de poner antes que el resto.
El control del programa de luz y su anticipación es un punto clave para el manejo apropiado de la parvada. Tiene que ser monitoreado de acuerdo con el objetivo de producción y tener en cuenta que otros parámetros (programa de alimentación, desafíos sanitarios, y condiciones de producción) pueden atenuar sus efectos. En todos los casos, deben ser adaptados de acuerdo con las condiciones locales.
Como conclusión, el peso y la uniformidad son los principales indicadores para monitorear la condición de una parvada de ponedoras durante la crianza. Es por tanto esencial monitorearlas regularmente, especialmente si las condiciones de crianza son desafiantes (temperatura, intensidad de luz elevada, etc.). Un peso de promedio bajo y/o una elevada heterogeneidad de la parvada durante el período de crianza tendrá efectos adversos sobre la capacidad de producción futura. Múltiples parámetros (programas de luz y alimentación, cumplimiento de la crianza, estándares sanitarios, etc.) deben por tanto respetarse y ajustarse si es necesario para poder asegurar que la estirpe exprese su mejor potencial genético. Los equipos de NOVOGEN están a su disposición para discutir estos temas en detalle.