Repercusiones del estrés térmico en el ganado

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Los periodos de mucho calor, sobre todo en verano, afectan al confort de los animales de granja, que se ven así sometidos a estrés térmico. Este estrés afecta a la fisiología del ganado de forma diferente según la especie.

Mecanismos complejos de respuesta al estrés térmico

El estrés térmico afecta a todo el metabolismo de los animales. Los ganaderos pueden detectar fácilmente un estrés térmico grave con signos como hiperventilación, jadeo o disminución del consumo de pienso y de la vitalidad (menos movimiento y actividad).

Pero estas observaciones son sólo la punta del iceberg. Fuera de la zona de neutralidad térmica, el organismo adopta una estrategia global para reducir la temperatura interna con modificaciones fisiológicas, de comportamiento y también metabólicas. Estos cambios pueden tener diversas repercusiones:

  • Alcalosis respiratoria y acidosis metabólica,
  • Deterioro de la integridad intestinal debido a la alteración del flujo sanguíneo a los órganos periféricos,
  • Altos niveles de estrés oxidativo e inflamación.

Sensibilidad variable al estrés

Todas las especies se ven afectadas por el estrés térmico en diversos grados de sensibilidad, debido principalmente a

  • La especie: los mecanismos de termorregulación varían según la especie.
  • El tamaño del animal: cuanto mayor sea el animal, mayor será el impacto.
  • La edad del animal: cuanto más joven es el animal, menos sensible es al estrés térmico.
  • Estrés metabólico: cuanto más intenso es el metabolismo, mayor es la sensibilidad al estrés térmico.
  • Genética: la cría para la productividad puede tener una mayor sensibilidad al estrés térmico.

El coste del estrés térmico

Estos mecanismos de termorregulación también tienen un coste: los nutrientes se desvían para mantener la temperatura de los animales. Esto conlleva una disminución del rendimiento del crecimiento o de los parámetros reproductivos; incluso puede provocar un aumento de la mortalidad durante olas de calor intensas.

En avicultura, el impacto negativo del estrés térmico sobre la producción avícola ha quedado demostrado en numerosos estudios realizados en situaciones reales o simuladas. Las observaciones zootécnicas varían según el nivel de estrés térmico y la producción de que se trate, pero en general se observa que :

  • Aumento de la mortalidad
  • Una disminución del GMQ
  • Un deterioro de la IC

En ganado porcino, el calor elevado provoca una disminución del consumo animal, un deterioro del índice de conversión, un descenso del crecimiento y un aumento de la mortalidad.

El resultado es un menor peso en canal en el periodo estival, cuando el precio de la carne de cerdo es más elevado.

Además, los animales se recuperan lentamente. Para los animales de ciclo largo, el rendimiento puede disminuir varios meses después del periodo de estrés térmico. En el caso de los reproductoras, el estrés térmico provoca un aumento de la sensibilidad de los lechones: menor peso al nacer, inmunidad.

Un estudio estadounidense (St-Pierre et al., 2003) estimó las pérdidas económicas anuales totales de los sectores ganaderos. Éstas oscilaban entre 1.690 y 2.360 millones de dólares en Estados Unidos. De estas pérdidas :

  • Entre 897 y 1.500 millones de euros son para la industria láctea,
  • 370 millones de euros en el sector ganadero,
  • De 299 a 316 millones de euros el sector porcino,
  • 128 millones y el sector avícola, 165 millones.

En Francia, el ITAVI estimó el coste de la ola de calor de 2003 en 44,5 millones de euros para la industria avícola.

El estrés térmico, uno de los principales problemas de la ganadería

Para anticipar el futuro impacto económico del estrés térmico, se han construido modelos recientes para estimar las pérdidas anuales debidas al estrés térmico. En Estados Unidos, estas estimaciones ascienden a 1.500 millones de dólares en el sector lácteo y a casi 1.000 millones en el porcino (Pollmann, 2010; Key y Sneeringer, 2014).

Es probable que estas estimaciones subestimen las pérdidas:

  • No tienen en cuenta el cambio climático previsto para los próximos años.
  • Se basan en entornos templados. Las pérdidas reales por estrés térmico debidas a la exposición prolongada al calor en climas tropicales son proporcionalmente mayores.
  • Tienen en cuenta principalmente el impacto cuantitativo en la producción. No se tienen en cuenta las repercusiones cualitativas en los productos ni, en particular, el coste sanitario.

En conclusión, a medida que aumenten las temperaturas y se incrementa el rendimiento de la producción, las pérdidas económicas serán más pronunciadas en el futuro, lo que exigirá la aplicación de medidas preventivas adecuadas para reducirlas.

Para más información sobre el estrés térmico en ganadería, véase : Artículo- Estrategias para controlar el estrés térmico

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Chef de produit en nutrition animale

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