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Como vimos en el tutorial anterior, la llegada de una nueva manada es un acontecimiento importante que debe anticiparse. Tanto si se trata de la creación de una nueva explotación como de la repoblación de una ya existente, es necesario dominar las condiciones sanitarias, medioambientales, alimentarias y profilácticas para optimizar el potencial genético de los animales.
Por lo tanto, el veterinario, el técnico de reproducción y el ganadero deben ofrecer un apoyo técnico conjunto desde la creación del rebaño. En este tutorial, hablaremos de la puesta en marcha del rebaño, seguida de los objetivos de renovación de la cría. Empecemos este segundo episodio con la 3ª etapa: Puesta en marcha del rebaño.
La persistencia de las hembras en producción está correlacionada con los resultados de crecimiento durante el período comprendido entre las 10 semanas de edad y la primera inseminación.
Por lo tanto, es necesario realizar controles de peso semanales de una muestra de animales. Estos controles sirven para comprobar que los índices de crecimiento son constantes y que el rebaño se está adaptando a su nuevo entorno, así como para garantizar que el programa de alimentación satisface las necesidades nutricionales de los animales.
También se necesitan registros diarios. Registros de viabilidad, temperatura mínima y máxima, consumo de agua, consumo de pienso, etc. Cada resultado no conforme se discutirá con los equipos técnicos para definir medidas correctoras.
El procedimiento habitual para la cría es el siguiente:
6 días antes de la inseminación: Se distribuirá pienso ad libitum y se aumentará la duración de la iluminación a 16 horas diarias alargando la hora de finalización.
Por ejemplo, pasar de una franja horaria de 6 a 16 horas a otra de 6 a 22 horas.
El día de la inseminación, para facilitar el trabajo, las hembras se colocarán en grupos de 10 a 15 minutos antes de la inseminación.
A continuación, se colocarán en alojamientos individuales.
A continuación, 4 días después de la inseminación, se reactivará el programa de distribución de alimentos que se aplicó durante el periodo de crecimiento y se reducirá la duración de la iluminación a 12 horas diarias.
Alrededor de los 14 días de gestación, un control de gestación por palpación validará esta primera fase de reproducción.
El primer ciclo de producción se gestionará de la siguiente manera:
Al menos 7 días antes del parto, las hembras gestantes se colocan en una jaula de maternidad. A continuación, se distribuye el pienso de maternidad según las necesidades.
A continuación, 6 días antes del parto, se prepara el nido con virutas y se abre el acceso.
Durante los días siguientes, se lleva a cabo una vigilancia especial para garantizar que todas las hembras tengan acceso al nido.
Durante los dos días que dura el parto, la madre alimenta primero a los gazapos. Después se revisan y limpian los nidos. Las adopciones ayudan a equilibrar el número y la uniformidad de las crías en cada nido.
A partir del tercer día después del parto: la lactancia controlada puede comenzar abriendo los nidos una vez al día a una hora fija durante 6 a 8 horas. Esta técnica se utiliza a menudo hasta la inseminación, para comprobar que la lactancia va bien.
En el caso de un ritmo de 42 días, el método de preparación para la inseminación artificial descrito anteriormente para la primera inseminación debe aplicarse de la misma manera.
- Alrededor de los 21 días de edad, se retiran las cajas nido para dar a las crías más espacio y comodidad.
- Entre los 25 y 28 días de edad, se distribuye el pienso de predestete en lugar del pienso de maternidad.
- Entre los 32 y 35 días de edad, tendrá lugar el primer destete.
Para garantizar la longevidad y el rendimiento del rebaño, es esencial considerar y planificar este aspecto desde el inicio del programa de cría.
La renovación es posible de varias maneras, mediante la introducción de hembras parentales o abuelas. También a diferentes edades con animales de 3 días o adultos.
El método de introducción elegido se adaptará al contexto de la explotación, teniendo en cuenta su tamaño y situación geográfica. Sea cual sea el método de introducción de reproductores elegido, el objetivo sigue siendo el mismo: disponer de suficientes hembras OPTIMA Parent (PS) para alcanzar un objetivo de inseminación del 13 al 15 por ciento de hembras jóvenes en cada rebaño.
Aplicando todas estas recomendaciones, los animales podrán expresar su potencial genético desde el inicio del rebaño.