Résumé
Intervenants
Claude Barré -Responsable técnico de conejos
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La oxigenación y la renovación del aire, son elementos esenciales, para que nuestros animales se encuentren en un ambiente confortable, y adaptado a sus necesidades productivas.A modo de recordatorio, los niveles óptimos de confort son los siguientes:
- La temperatura debe estar entre 18 y 24°.
- Los niveles de amoníaco deben ser inferiores a 10 ppm.
- En cuanto a la velocidad del aire, debe ser inferior a 0,4 m/s en verano e inferior a 0,1 m/s en invierno.
Para alcanzar estos niveles óptimos, sea cual sea la estación del año, en la mayoría de los casos los sistemas de ventilación están concebidos según los siguientes principios:
Un circuito de aire longitudinal, Ventilación dinámica por depresión, Ventilación progresiva regulada en función de la temperatura ambiente, Sala de preparación del aire previa a la sala de producción, Sistema de refrigeración mediante cooling a nivel de las entradas de aire exterior, Sistema de calefacción colocado en la sala de producción o en la sala de preparación del aire. Por último, entradas de aire modulables, con el fin de ajustar la velocidad del aire a nivel de los animales.
Cabe señalar que la accesibilidad de estos sistemas de ventilación facilita las operaciones de limpieza y desinfección.
La perfecta gestión de estos equipos es estratégica. Para ello tenemos en cuenta los siguientes elementos:
- La temperatura a nivel de los animales,
- La estación y/o la temperatura del aire entrante,
- La carga global presente en la sala de producción.
Atención con no olvidar que, en un contexto con manejo en banda única, el peso global presente la granja, varía de 1 a 4, durante un ciclo de producción. Por lo tanto, con estos elementos, podemos estimar para cada granja y cada período, el volumen óptimo de ventilación necesario para los animales expresado en metros cúbicos por hora.
Una vez definidas estas recomendaciones, se consignan en los cuadros de control de la ventilación. Una validación de los ajustes establecidos podrá hacerse de diferentes maneras. Por lo tanto podemos realizar :
- Mediciones de la velocidad del aire en las entradas de aire y a nivel de los animales, mediante un anemómetro,
- Un control de la tasa de amoníaco con medidores adecuados.
Igualmente podemos efectuar : Una lectura y registro de las temperaturas mínimas y máximas diarias, a la altura de los animales. Y, por último, un control de los flujos de aire mediante velas fumígenas específicas para ventilación. De este modo, el control de la ventilación, permitirá mantener el confort y la buena salud de los animales, necesarios para la expresión de su potencial genético.
